domingo, 26 de diciembre de 2010

Tengo el corazón abierto
todo el mundo puede ver un camino para correr
tengo el alma en un desierto
todo el mundo puede ser un camino para crecer.
Todo el mundo dice que mi amor es en vano
y que llevo siglos esperando nacer ,
esperando nacer.
Yo te he visto en el pasado
con tu cara de jarrón y tu mundo hecho de clisés, que esperás ahí al costado del camino ¿no escuchaste esta canción? todo el mundo te quiere ver. Tengo la esperanza de encontrar un sonido y un amor tan grande que te pueda envolver, por Dios escuchame.

Te imaginas el lamento de la gente y su manual de las cosas que nunca fueron y el olor de los jazmines viejos y la angustia sensación de que el tiempo se echó a perder. Soy un solitario transmitiendo un mensaje, escribiendo frases para poder creer. Esperando nacer, esperando nacer, esperando nacer, esperando nacer.

martes, 21 de diciembre de 2010

Volví a facebook.
Sigo pensando que es una porquería, que a lo único que contribuye es a construir relaciones virtuales y a alejarnos del beso y el abrazo, pero volví.
Sentirse parte de otro mundo no está del todo bueno, ir contra la corriente te despeina por demás, y aunque creas que podes, llega un punto en que si no estás en la onda estás fuera del mundo, y más cuando tus amigas son la onda.

Una mierda, pero con la seguridad de que sé como manejarla.

sábado, 18 de diciembre de 2010

Hoy es sábado, con aires de domingo.
Mañana es domingo.
Carajo, dos domingos en una semana es mucho.

lunes, 6 de diciembre de 2010


Acá estoy, haciendo lo que nunca pensé.
Escribir sobre cuestiones del ser no tiene mucho sentido, son subjetivas, pasajeras, inconclusas y hasta no se como hacerlo.
Pero hay algo en este escribir que me da gracia y me empuja, el leerme después.
Los otros días encontré un cuaderno de los quince, imaginate la sarta de giladas que puede llegar a decir ese cuaderno, donde el amor era una mirada, toda ilusión era posible, y los problemas tenían gusto a miel.
Fue gracioso repasarme en esas letras y acordarme que alguna vez sentí así. Pienso que cuando tenga sobrinos va a ser más fácil entenderlos habiéndome leído a los quince.
Quizás por eso escribo.
Pensando en esto, me dieron ganas de escribir este año. Porque fue mío.


Este año fue entender que la salud es algo importante, (de eso estamos todos seguros), aunque hay veces que algunas cuestiones tardan en entenderse y asimilarse. Cuando uno empieza a darle la importancia que realmente se merece quizás ya es tarde y está pagando consecuencias, pero no hay nada más grato y lindo que el empezar a asimilar, aunque sea tarde, aunque ya pague consecuencias.
Es como nacer de nuevo.
Este año dejé de darme vueltas y entendí que una enfermedad te posiciona, y en esa posición uno aprende cosas que los otros no, y cuando uno logra trasmitir esos aprendizajes se siente bien, importante, deja de sentirse solo para empezar a sentirse acompañado. Y la verdad es que eso está muy bueno entre tanta mierda.

Estar enfermo significa mirar la vida desde otros lados, pensar cosas que los demás no, plantearse cuestiones que a las personas le son quizás ajenas y aprender a vivir con altibajos que empiezan a ser habituales y aunque cuesten y duelan, terminan siendo provechosos. Este año fue eso, aprender que tengo que aceptarte y vivir con vos, porque sino vas a matarme y la verdad es que no quiero dejar esta vida ni en pedo.

Este año fue entender que tengo amigas, lindas, importantes, sinceras. Tengo amigas que crecen a la par, aunque ese crecimiento apunte a otro lado, otro camino, otros estudios, otra vida. Tengo amigas que crecen conmigo. Este año fue entender que de nada sirve andar tocando puertas y mendigar atención, “mirá lo que soy, esto tengo para darte” NO sirve, no completa, no es sincero, es como un contrato donde se muestra lo que a los demás convence y a uno mismo deja vacío. Este año fue aprender a verme con lo que realmente tengo y como realmente soy, y así sentirme tranquila. Es hermoso sentirse tranquila!
Este año fue entender que tengo una familia, no la mejor, no la ideal, no la común, pero decirme vos si alguien la tiene. Yo tengo una hermosa, poco convencional, completa, viva. Tengo una familia que habla y una cena con chistes, una pelea constante a la mañana y un abrazo de mamá cuando nadie logra entenderme (yo estoy incluida en el nadie). Tengo un perro que no banco pero que hace feliz a mi hermana. Tengo una familia que es todo. Y aunque suene muy común escucharlo, agradezco profundamente haber nacido en esta familia y no en otra, porque de no ser así me estaría perdiendo una de las más maravillosas de las cosas.


Este año caí en la cuenta que tengo veintidós años y tengo una pasión. Pienso en mi trabajo como en lo más lindo que me pasó, y me siento feliz laburando, decirlo me hace sentir un bicho raro. Pero es hermoso sentirme completa teniendo veintidós años, habiendo tanto joven perdido y sin rumbo.
Este año fue conocer a la fer. Que lindo que es conocer a la fer!
Fue darme cuenta de golpe que tengo dos tesoros de ahijadas, primas que son amigas, un parque para que lo camine, una máquina de foto para que la explote, una sonrisa para dibujarme, una manos para crear e ideas para compartir.
Fue dar gracias por mis dos compañeras de camino, de formación, dos hermosas amigas que me hicieron creer en mí sin darse cuenta.
Este año fue desestructurame, fue creer en algo, pedirle a dios y abandonar mi pensamiento racional para sentirme más libre. Fue empezar a sentir lo bueno que es sentirse linda, y cuando digo linda no estoy hablando de una propaganda de sedal ni de una bailarina de tinelli, estoy hablando de mi, con mis kilos de más, mi corazón contento, las estrías en las chichas y mis patas chuecas.
Este año fue todo eso, fue lo que no se puede escribir por falta de palabras. Fue lindo, fue grande, fue más largo, fue difícil.
Si tuviera que elegír un deseo para todas las personas que quiero, les desearía este año. Mi año.


Menos mal que escribir cuestiones del ser no tenía sentido.