martes, 22 de febrero de 2011

Quiero escribir, pero sinceramente no se que.
Acabo de ver una peli que, por segunda vez, me dejó boquiabierta.
Es esa sensación linda en la piel, un nudo en la garganta (quizás solo lo entiendan los sencibles), un par de ideas proyectadas, recuerdos de algún tiempo pasado o alguna nostalgia. En fin, ese remolino de cosas que puede despertar una película, cuando en algún punto se asemeja a lo que uno busca en esta vida.

Sigo sin saber que escribir, pero voy a seguir tecleando.

Esta última semana fue hermosa.
Quizás la gente, los días feos tan lindos, la lluvia, mi ahijada.
La charla con mi viejo.
Los mates de la tarde.
La ro.
La doli.
Quizás mi hermana, que me hace repensarme todo el tiempo.
Quizás los astros, porque leí por ahí que febrero era mi mes, y aunque no creo en esta pelotudes, esta vez voy a pensar que me correspondía este invento.
Quizás pintar, estos días hice muchas de mis cosas, y quedé tan conforme. Creo que le puse mucho de mí, o justamente, de mi hermosa semana.
Y definitivamente, cuando te pasan cosas lindas, plasmas cosas lindas.
Y porque nó! la resaca del domingo, ¡Qué genial! realmente me había olvidado lo que era, porsupuesto que da ocote, pero algo lindo debe haber tenido mi tremendo pedo, porque me levanté con un dolor de mandíbula muy parecido al que siento cuando me río por horas y horas. Y reírse es tan lindo.
Lo más gracioso fue enterarme después de que chantajié al barman con unos dos por uno para mc donalds, si abrá gente pelotuda en este mundo.

Que linda mi semana.


Creo que es mi escrito más sincero.
Adios.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Es ley.

Vas por la mitad de camino pero te queda un trayecto largo, tus manos cargadas a mas no poder, las bolsas que te cuelgan de los codos al meñique, tus manos acumulan sangre como para un análisis de cinco litros, y en una de esas te empieza a picar la nariz, o en su defecto, la oreja.

Estas avisado, dejá siempre un dedo disponible.

sábado, 5 de febrero de 2011

"Una mujer es la historia de sus actos y pensamientos, de sus células y sus neuronas, de sus heridas y entusiasmos, de sus amores y desamores. Una mujer es inevitablemente la historia de su vientre, de las semillas que en él fecundaron, o no lo hicieron, o dejaron de hacerlo, y del momento aquel, el único en que se es diosa. Una mujer es la historia de lo pequeño, de lo trivial, lo cotidiano, la suma de lo callado. Una mujer es siempre la suma de muchos hombres. Una mujer es la historia de su pueblo y de su raza. Y es la historia de sus raíces y de su origen, de cada mujer que fue alimentada por la anterior para que ella naciera: una mujer es la historia de su sangre.
Pero también es la historia de su conciencia y de sus luchas interiores. también una mujer es la historia de su utopía."

Antigua vida mía - Marcela Serrano

(Recomendadísimo)