Quizás, si perdiera menos tiempo en cuestionar porqué y empezara a buscar la forma de que todo esto se haga más soportable, ganaría vida.
(Escrito a estas alturas del mes, el año pasado)
Hoy ya no cuestiono porqués, aunque todavía me cuesta un poco la vida.
Quizás -espero- el año que viene escriba:
Bienvenida a mí, vida querida, perdón por abandonarte tantos años.
.Uno crece.