Tengo grabada la imagen del árbol con flores amarillas, después de la lluvia en septiembre, lo tengo grabado junto a la alegría que me produjo sacarle una foto. Tengo grabados los ojos de la negra diciéndome que iba a ser mamá, y que Cami iba a ser mi ahijada; los tengo grabados mirándome, y que alegría es eso negra, (que alegría). Tengo grabados un par de viajes en el auto de la Ro, a la abuela poro sentada en la punta de la cama contándome su historia, un momento puntual de cuarto grado, los ojos de la má cuando me habla de mi abuelo.
Tengo grabada la voz de mi hermana diciendo “que gracioso”, la risa de puerquito de la euge, el viaje a san marcos, los ojos de un amor, la voz impostada que pone mi papá cuando me dice cocó, las mañanas en el cole. Tengo grabado el nudo en la panza cuando peku me dijo que se iba, tengo grabadas unas canciones de Baglieto, otras de Fito, la sonrisa del Tomi, una noche en el balcón de la Doli, que fue el testigo de nuestras primeras charlas lindas e importantes.
Tengo grabada la imagen de los ojos de mi hermana mirándome, mientras esperaba que me despertara aquel octubre. Tengo grabadas siestas en el sol, tardes en el campo, días con amigas, un viaje, el olor al pasto mojado, una canción de Drexler.
Tengo grabada la sensación en la piel después de un recital. Tengo grabado el olor al perfume de la abuela Chela, nostalgias, recuerdos de algún tiempo pasado, chistes, las risas de segundo año con la Solcis, un miedo, un vacío, la ansiedad al recibir un regalo, la calma que traía la casa de mi abuela.
Tengo grabadas emociones que despiertan sonrisas inconexas, en el colectivo, en la calle, cuando compro el pan, cuando camino, y que lindo es eso! ir por la vida despertando curiosidad en los demás, sépanlo señores: no estoy loca, tengo recuerdos.