miércoles, 17 de marzo de 2010

Tarde de miercoles, el cielo se cae y no. Un mate, una lectura para la facu, ganas de ver a mi amiga Salomé pero sin moverme de casa. Prendo el tele, me aburre la estupidez, lo apago. Abro la heladera, me como un durazno, me siento en la mesa, miro a la nada, pienso. Me levanta el sonar del teléfono: atiendo, una vieja que me recuerda a mi abuela, quieriendo hablar con su nieta, que porsupuesto no era yo. Vuelvo a la cocina y veo la cámara, ahí apoyada, queriendo ser usada. La agarro y me voy al patio, miro las flores, miro el cielo, elijo un cactus (Me enamoró), Saco la foto. Me enamoré.



- La sencillez y la dulzura de las pequeñas cosas -

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