domingo, 26 de febrero de 2012

Lo que no se dice cuando se dice

Supongo que las ganas de escribir nacen de la necesidad de decir. Decir nada, decir mucho, decir complejo, decir simple, pero decir. Galeano dice que todos tenemos siempre algo que decir a los demás, algo que merece ser por los demás perdonado o celebrado, y yo creo que tiene razón. Qué pensaría mi hermana si yo nunca le hubiera dicho que no me parece su decisión? Sería fiel a ella si yo le oculto que me parece una boludez? Creo que sería egoísta. Por eso digo, aunque a veces no guste.

Por eso ahora tengo ganas de decir que me cago en todos los que no cuestionan nada, me cago en los que no cuestionan porqué las cosas funcionan como funcionan, y maman este sistema como si fuera el correcto. Me cago en que, cuando cuestionan, lo hacen desde un lugar de compasión, entonces son generosos y solidarios con el otro. Tengo ganas de decirles que ese otro con quien se es generoso no necesita de compasión, sino de compromiso. La verdad que estoy podrida de esta humanidad, por suerte me estoy encontrando con gente que en su actuar cambia las cosas, y no piensa en el cambio como ‘algo por alcanzar’.
Me acuerdo cuando era más chica, mis amistades eran tan imbéciles, y yo no me daba cuenta... a veces siento culpa por eso, pero agradezco haber visto más allá. Los otros días una me agregó al facebook, la acepté y la eliminé. Se que es determinista, pero vi tres fotos y cinco comentarios y me di cuenta que seguía igual, entonces me sentí tan conforme conmigo y una sensación de felicidad me invadió.
Pienso también en estos días... empecé una carrera nueva, Ciencias de la Educación, es tan hermoso encontrarse con gente que tiene muchos pensamientos respecto a este tema, es lindo porque en el hilo del discurso te encontras con palabras llenas de sentido, que esperan ser descubiertas, que marcan un nuevo camino de actuación. Puede algo ser tan abarcativo como la educación? Me animo a decir que cada uno de los que empezamos el cursillo estamos sorprendidos por lo que nos espera. O será que algo de mi no puede empezar algo sin comprometerse.
Nosé, pero me gusta mucho. Nunca, en ningún otro aspecto de la vida, tuve tanta seguridad... la seguridad de que nací para esto.
Pienso en mi familia, y me canso. Pienso en cómo uno puede ser tan distinto dentro de un mismo círculo. Veo todo lo que me rodea y lo único que hago es pensar en que yo lo haría diferente. Pienso en el amor de mis viejos, y me da tristeza, que hipócrita es la idea de familia feliz, cuando en el fondo se es triste. No me gusta, ojalá si tengo hijos algún día y ven lo que yo veo se animen a decírmelo.
Tengo ganas de irme de viaje, sola. Conocer gente que no me conozca, para darme cuenta quién soy. Siempre pensé que irse te despeja el bocho, y te encuentra con tu ‘verdadero ser’, seguramente esa idea pelotuda es de película, pero no dejo de creerlo así. De alguna manera, los momentos más intensos de mi vida fueron en un viaje.
Creo que estoy cansada, que este proceso de encontrarse con uno mismo no termina nunca, porque no existe el ‘uno mismo’. Cambiamos todo el tiempo, somos distintos con quien sea que estemos.
Pienso en el amor, en esa gente que dice que se encuentra en los ojos del otro, les voy a decir algo gente enamorada, no les creo un sorete. Ninguna mirada va a devolverte todo, es imposible. Somos caretas hasta con quien amamos, porque nunca dejamos que entre tan adentro, siempre hay algo que resguardar, sino estamos perdidos. Esa gente que se ama tan profundamente me cae mal, en realidad no me cae mal que se amen, sino que lo difamen por ahí, es tan obvio que se están poniendo un cartel gigante y están tan lejos de eso que es el amor. Se aman porque son lindos, porque uno saca cosas buenas del otro, porque comparten una canción, porque tienen con quien comer un domingo a la noche. Pero cuando la canción pasa de moda, el amor se va. Lo profundo no tiene lugar en ese amor. Creo que el amor es egoísta, buscamos en el otro lo que queremos, lo que necesitamos, pero ojo con que el otro se anime a ser, se pudre todo.
En fin, Galeano también dice que estamos en la cultura del envase, el contrato del matrimonio importa más que el amor, el funeral más que el muerto, la ropa más que el cuerpo y la misa más que Dios.

Galeano siempre me atrapa.
Hola a todxs

1 comentario:

  1. Hace un tiempo que también digo aunque no guste.. lo lamento por los demás. Gracias a ésto me doy cuenta que la gente "me ralea", pero dice el refrán mejor sola que mal acompañada.
    Los viajes sola sientan de maravilla! Este año creo haré alguno antes de salir en los diarios por haber asesinado a algún integrante de mi flia.
    Saludo.

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