miércoles, 23 de diciembre de 2009

Te quie!


[Quedamos los que puedan sonreí­r en medio de la muerte, en plena luz]


Vos, y tu risa-carcajada, tentadora y contagiosa, tus miradas tan demostrativas, que de a poco voy descubriendo y conociendo, tus cantos al aire y tus bailes improvisados, tu paz también. Vos y toda esa alegría que trasmitís, o ese universo de cosas que tenés ahí adentro y que me gusta tanto descubrir, para sorprenderme y para decir-me ¡Que equivocada estabas, Lucrecia!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Algunos chamuyos