"Una mujer es la historia de sus actos y pensamientos, de sus células y sus neuronas, de sus heridas y entusiasmos, de sus amores y desamores. Una mujer es inevitablemente la historia de su vientre, de las semillas que en él fecundaron, o no lo hicieron, o dejaron de hacerlo, y del momento aquel, el único en que se es diosa. Una mujer es la historia de lo pequeño, de lo trivial, lo cotidiano, la suma de lo callado. Una mujer es siempre la suma de muchos hombres. Una mujer es la historia de su pueblo y de su raza. Y es la historia de sus raíces y de su origen, de cada mujer que fue alimentada por la anterior para que ella naciera: una mujer es la historia de su sangre.
Pero también es la historia de su conciencia y de sus luchas interiores. también una mujer es la historia de su utopía."
Antigua vida mía - Marcela Serrano
(Recomendadísimo)
Sabés que siempre que me conecto acá, y estoy firmando, el "algunos chamuyos" de arriba me intimida jajaja no te chamuyo Lu, te lo juro por Dior!.
ResponderEliminarTengo ganas de comprarme un libro (vengo arrasando los últimos tres meses de vacaciones. Te recomiendo "Los padecientes", una novela de Rolón), y voy a tomar tu consejo, compañera de blog.
Te cuento que al final dejé al cuento sin tapa, pero voy usando una página de fotografías para cada capítulo.
Te la paso porque sé que te gustan estas cosas artísticas: http://weheartit.com/
¿Cómo anduvo el viaje?
Respecto de la firma... creo que me asusta más que me haya propuesto un viaje a futuro, a Córdoba con la familia que el paseo en Globo jajaja... Ya veremos.
Abrazo gigante, historia de tu utopía.
Acá estoy, nuevamente intimidada por la acusación de chamuyera jajaja Tu firma me sorprendió, Lu, ya las echaba en falta.
ResponderEliminarLa verdad que agradezco más que vos el día que hiciste click en mi blog, porque yo no lo hubiera hecho jajaja suena muy emo, pero de verdad, hay tantos de éstos que se superan entre ellos despiadadamente.
Me gustó muchísimo lo que pusiste a lo último. Yo siempre decía que había nacido "para hacer reír a los demás". Que esa era mi "misión". Años después, no tengo mínima idea de cual es mi destino, pero sí unas acumuladas ganas de vivir para mí misma. No presa del egoísmo, pero sí dueña de mi tiempo y mi espacio.
Una vez leí "Yo no soy tu heroína, ni la de nadie". Y es cierto. En el camino de salvar a otros, a veces nos olvidamos de salvarnos a nosotras mismas.
La tipa copada sos vos, ídola.
Abrazo gigante.